Ser exitoso depende principalmente de los valores y principios que se le adjudiquen a esa palabra y a la visión que se posea de sí mismo, mientras que estén perfectamente alineados a la esperanza o plan de vida que se posea. Por ejemplo, si el sueño es alcanzar el más alto nivel académico en una carrera, sacrificando todo lo que socialmente se considera lógico y necesario para auto-realizarse, y la meta se logra ¿quién está autorizado para cuestionarlo? El éxito es la salida, la acción de ir tras lo que se desea y se espera, de alcanzarlo. Nadie puede delimitar sus fronteras porque al fin y al cabo el éxito es una experiencia personal.
El éxito dependerá más de lo que se espera de sí mismo que de lo que piensen y acuerden terceros. No obstante, es prudente señalar que el éxito deja de poseer connotación personal cuando el individuo decide someterse a un escenario normado y regulado, en ese caso habrán de cubrirse las expectativas de terceros para poderlo experimentar como ellos lo han establecido.
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